Para endulzar el fin de semana me he sumergido en uno de los fantásticos libros de cocina de mi madre. Viejo y cansado donde los haya sigue dando guerra y no hay día que lo ojee y no descubra algo nuevo. Debería comprometerme más con él.
En esta ocasión me he decantado por esta receta:
Tal vez sea la edad, que los años pasan y las personas cambian, pero estas tartas de fruta que de niña no hubiera podido ni ver, ahora me matan. Ésta en particular es para mí un descubrimiento, y aunque puede parecer un poco entretenida de hacer, es muy sencilla y gustosa. La idea de perfeccionarla no se me va de la cabeza.
Tarta de Melocotón,
Ingredientes:
Para la base:
- 100 g harina
- 50 gr mantequilla fría
- 2 yemas de huevo
- 1 cucharada sopera de azúcar
- 1 pizca de sal
Para el relleno:
- 500 gr de melocotones o 1 bote de melocotones en conserva
- 50 gr azúcar
- 1 vaina de vainilla 0 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Para el glaseado:
- 1 cucharadita de Maizena
- 1 cucharada de mermelada de melocotón (sin trocitos, si hace falta le damos un toque con la trituradora)
Preparación:
- Mezclamos la harina y la sal en un cuenco. Hacemos un agujero en el centro y ponemos la mantequilla (ha de estar fría) cortada a daditos, las yemas y el azúcar. Con la llema de los dedos vamos mezclando e incorporando la harina hacia el centro y trabajamos hasta obtener una pasta fina. Formamos una bola, la envolvemos en film transparente y dejamos reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
- Transucrrido el tiempo, extendemos la masa fría hasta cubrir un molde de aproximádamente 20 cm de diámetro -el molde redondo que tenía era demasiado grande, así que, como se ve en la imagen, opté por uno rectangular-. Después de desplegarlo por el fondo y laterales pinchamos con un tenedor la base y volvemos a dejar enfriar en el frigorífico durante 15 minutos.
- Pasado los 15 minutos, cogemos el molde y tapamos la pasta con papel de horno. Encima pondremos legumbres secas (si teneis bolitas de hornear mejor que mejor) e introduciremos en el horno a 190º durante 15 minutos. De este modo lo que conseguimos es cocer el fondo de la masa antes de añadir el relleno y evitar que quede húmeda después. Tras los 15 minutos, retiramos las legumbres y el papel y volvemos a hornear, esta vez sólo 5 minutos. La pasta ha de quedar doradita.
- Retiramos del horno, desmoldamos y dejamos que se enfríe. Mientras, nos ocupamos de los melocotones. Si usamos melocotones en conserva lo que haremos es escurrirlos y guardar el almíbar para preparar luego el glaseado. Le añadiremos el extracto de vainilla y ya estarán listos para colocar en la base de la tarta. Si por el contrario usais melocotones frescos el proceso es el siguiente: Pelamos los melocotones, los partimos por la mitad y los deshuesamos. Los metemos en una cazuela con un poco de agua, añadimos el azúcar y la vaina de vainilla (o el extracto), y calentamos a fuego lento mezclando con una cuchara de madera hasta que el azúcar se haya disuelto. Dejaremos a fuego lento durante unos 15-20 minutos, hasta que los melocotones estén tiernos. Dejaremos enfriar dentro de su almíbar, y los retiraremos con ayuda de una espumadera, reservando el almíbar. Hecho esto, ya podemos depositarlos en el fondo de la tarta. Con mitadas enteras o laminadas, como prefiráis.
- Para preparar el glaseado, vertemos el almíbar (necesitaremos aproximadamente 3/4 de vaso, si no os ha quedado tanto podeis añadir agua hasta completar la cantidad) en un pequeña cazuela y calentamos. A parte disolvemos la Maizena en un poquito de agua y lo vamos añadiendo al almíbar junto a la cucharada de mermelada. Llevamos a ebullición y dejamos cocer a fuego suave hasta que la mezcla espese. Dejaremos enfriar.
- El glaseado una vez frío quedará un poco más espeso, y ya estará listo para rocíar por encima de la tarta.
Serviremos cuando se haya enfriado por completo, solo o acompañado con nata montada.